El origen del Black Friday
El Black Friday nació en Estados Unidos y se celebra el día siguiente a Acción de Gracias. La teoría más extendida explica que los comercios utilizaban este día para pasar de estar “en números rojos” a “números negros”, gracias al aumento masivo de ventas que marcaba el inicio de la temporada navideña.
Con el tiempo, la fecha fue creciendo en popularidad, tanto por las ofertas atractivas como por la oportunidad de adelantar compras importantes antes de Navidad. Su éxito hizo que el concepto traspasara fronteras hasta convertirse en un evento comercial internacional.
Su expansión global
La llegada del comercio electrónico aceleró aún más esta expansión. Grandes plataformas digitales adoptaron el Black Friday y lo transformaron en un periodo de rebajas que ahora puede durar varios días o incluso semanas. Esto consolidó la idea de que noviembre es un mes crítico para las ventas, tanto para negocios físicos como para marcas digitales.
Hoy en día, independientemente del sector, el Black Friday se ha convertido en una cita estratégica para cerrar el año con impulso, aumentar visibilidad y atraer nuevos clientes.
Por qué sigue siendo relevante
Hay tres razones principales por las que el Black Friday mantiene su fuerza:
1. Atención concentrada
Los consumidores esperan este momento. Saben que encontrarán precios especiales y están más predispuestos a comparar, buscar y comprar.
2. Oportunidad real para las marcas
Permite lanzar promociones específicas, presentar servicios o productos nuevos, reactivar audiencias y generar un pico de visibilidad difícil de conseguir en otras fechas.
3. Inicio de la temporada navideña
Marca oficialmente el comienzo del periodo más fuerte del año en ventas, lo que lo convierte en una palanca perfecta para planificar estrategias comerciales de cierre de año.
El Black Friday en el sector creativo
Para estudios, diseñadores, agencias y profesionales del ámbito creativo, este día también ha tomado relevancia. No se trata solo de descuentos, sino de ofrecer condiciones especiales que faciliten a clientes y empresas dar el paso hacia nuevos proyectos: branding, diseño web, contenido audiovisual, campañas digitales, fotografía, consultoría, etc.
Es un momento en el que muchas marcas buscan renovar su imagen, reforzar su presencia digital o preparar sus acciones para el próximo año. El Black Friday se convierte así en un punto de encuentro entre necesidad y oportunidad.
Mucho más que rebajas
A pesar de su evolución, su esencia se mantiene: el Black Friday es una fecha clave en la que marcas y consumidores se acercan, ambos buscando valor. Las empresas encuentran una oportunidad para destacar, y las personas encuentran la ocasión para invertir en aquello que llevan tiempo posponiendo.
En un entorno donde la creatividad, la estrategia y la diferenciación son fundamentales, comprender el papel del Black Friday ayuda a aprovechar todo su potencial.